Damos la bienvenida a Ricardo Villalobos a Evanston Latinos

Cuando Ricardo Villalobos habla sobre por qué asumió el cargo de director ejecutivo de Evanston Latinos, no comienza con su currículum ni con sus años de experiencia. Comienza con su familia.

“Por mucho que quiera decir que se trata de mí, creo que sigo defendiendo a mi familia y nuestra historia”, afirma.

Ricardo creció en la zona norte de Chicago en los años 80 y 90. Su familia se mudó más de diez veces a medida que los barrios cambiaban y los alquileres subían, y finalmente perdieron su hogar. Estas experiencias le dejaron una huella imborrable.

“Cuando una familia tiene que cambiar su vida, eso afecta a todas las demás familias. Ese efecto dominó permanece conmigo”, afirma.

Esa historia personal, combinada con casi 30 años de organización comunitaria en todo Illinois, da forma a la manera en que Ricardo aborda el liderazgo. Para él, comprender el desplazamiento, la pertenencia y las necesidades familiares es tan importante como la experiencia profesional.

La historia de Evanston Latinos

Evanston Latinos nació de urgencia durante la pandemia de COVID-19. Las familias latinas y morenas se vieron especialmente afectadas, ya que trabajaban en primera línea, se ocupaban del cuidado de los niños y se enfrentaban a la inseguridad alimentaria y a problemas de salud. La fundadora Rebeca Mendoza y otras personas crearon un lugar al que las familias podían acudir en busca de ayuda, orientación y conexión.

Con el tiempo, lo que comenzó como un apoyo de emergencia se convirtió en un centro de confianza para la defensa y el orgullo de la comunidad. Para Ricardo, unirse a la organización significa honrar esa historia y ayudar a que siga creciendo.

“La razón por la que empezamos es importante. Ahora se trata de estar presentes en todos los espacios y conversaciones posibles, no solo en los espacios latinos”, dijo Ricardo.

Una visión de unidad

La colaboración es el núcleo de la visión de Ricardo. Quiere que los latinos de Evanston sean un puente, no solo dentro de la comunidad latina, sino en toda la ciudad. Eso significa trabajar con escuelas, comunidades religiosas, pequeñas empresas y la comunidad negra de Evanston.

“Las matemáticas dicen que tenemos que trabajar juntos. Tenemos que dejar de lado nuestras diferencias y decir: yo tengo esto, tú tienes aquello. ¿Cómo luchamos juntos? No hace falta mucho dinero. Solo hace falta comunidad”, afirmó.

Para Ricardo, la unidad no consiste en ignorar los retos, sino en afrontarlos juntos. La vivienda asequible, las desigualdades en materia de salud y las cuestiones relacionadas con la inmigración son prioridades.

“No se trata solo de alzar la voz, sino de ser un socio intelectual en la búsqueda de soluciones”, explicó.

Celebrar la cultura

Ricardo también quiere que la organización celebre la cultura junto con la defensa de los derechos. Proviene de una familia creativa: su padre es sastre, su hermano diseñador y la música siempre ha formado parte de sus vidas. Ve ese reflejo de creatividad en la comunidad latina de Evanston.

“No somos solo una comunidad que vive con miedo. Somos una comunidad que aporta mucha riqueza”, afirmó.

Para él, la comida, el arte, la música y la narración de historias son más que tradiciones culturales. Son fuentes de orgullo y fortaleza. “Queremos que la gente celebre nuestro arte, nuestra comida y nuestras tradiciones, al tiempo que nos apoya para hacer frente a los retos a los que nos enfrentamos”, afirma.

Mirando hacia el futuro

Al asumir este nuevo cargo, Ricardo se centra en escuchar, aprender y aprovechar el trabajo de quienes le precedieron. A menudo menciona a Rebeca Mendoza y a los primeros miembros de la junta directiva que sentaron las bases de Evanston Latinos.

“Celebrar el trabajo realizado hasta ahora es una de nuestras prioridades. Ahora es el momento de compartir, alinearnos y trabajar juntos. Somos más fuertes cuando nos mantenemos unidos como comunidad”, afirmó.

Ricardo tiene esperanzas en el futuro. Sabe que las familias eligen Evanston por sus escuelas, su seguridad y su espíritu comunitario. Su objetivo es sencillo: asegurarse de que todas las familias se sientan como en casa.

“Cuando la gente decide vivir aquí, quiere invertir en el futuro. Mi trabajo consiste en ayudar a que todas las familias se sientan integradas”, afirmó.